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miércoles, 3 de mayo de 2017

JUAN RAMÓN JIMÉNEZ

BIOGRAFÍA










EL VIAJE DEFINITIVO

        ... Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros
 cantando;
y se quedará mi huerto, con su verde árbol
y con su pozo blanco.

Todas las tarde, el cielo será azul y plácido;
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.

Se morirán aquellos que me amaron;
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y en el rincón aquel de mi huerto florido
y encalado,
mi espíritu errará, nostáljico...

Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido...
Y se quedarán los pájaros cantando.

                                                           Poemas agrestes.  Juan Ramón Jiménez


1. ¿Cuál es el tema del poema?
2. Analiza la métrica.
3. Localiza las figuras literarias que aparecen en el poema.
4. Indica si el concepto de la vida es optimista o pesimista. Razona tu respuesta.
5. Escribe en qué imágenes del poema se proyecta la idea de la fugacidad de la vida.
6. Señala los adjetivos referidos al color y explica por qué los emplea el autor.
7. ¿Qué sensación se quiere comunicar con la oposición entre ir y quedarse?





El autor de este poema es Juan Ramón Jiménez (1881-1958) que es uno de los representantes del periodo denominado Novecentismo (o Generación del 14), situado entre el auge de la generación de fin de siglo (Generación del 98 a la que pertenecieron autores como Machado) y la aparición de los poetas del 27 (entre los que destaca Lorca o Alberti).

El viaje definitivo se encuadra dentro de un periodo de su producción donde se podrá apreciar una clara influencia del Modernismo, defendiendo poemas muy musicales, con tendencia al preciosismo (como este poema) reflejando la sencillez en el metro usado y en la manera de escribir y reflejar sus ideas. Se trata de un poema bastante plástico, bastante sensorial con mucha adjetvación, donde proyecta sus sentimientos en cada imagen descrita (el cielo, los pájaros, las campanas, etc...) pero al contrario que el modernismo puro (el de Rubén Darío) es un poema que esconde bastante trasfondo de contenido e ideas trascendentales para el ser humano.

Como se puede ver se trata de un poema con un léxico muy sencillo donde destaca la presencia de elementos del mundo natural: pájaros, huerto, árbol, cielo, pozo, pueblo...que en cierta medida también nos llevan a un mundo rural.Además aparecen otros elementos artificiales como las campanas que dan lugar a una realidad armónica y apacible y dan la "nota musical" a este poema.

Además podemos apreciar que la acción de todo el poema está direccionada hacia el futuro: de hecho la mayoría de las formas verbales del poema se encuentren en futuro de indicativo: Iré, quedarán, hará, será, tocarán, etc…

Incluso a nivel gráfico (de caligrafía y ortografía) es necesario también comentar una peculiaridad observada en el texto que es la palabra nostáljico. Juan Ramón Jiménez escribía con j las palabras que, según el criterio de la Academia, deben llevar g, delante de e,i...esta "falta de ortografía" es un rasgo propio de su poesía.

-La primera parte abarca del verso 1 al verso 6 y se enumeran una serie de elementos (pájaros, campanario, huerto, árbol, pozo, cielo) que pertenecen al lugar donde vive el poeta, dando a entender que esos elementos seguirán existiendo y funcionando pese a que él algún día muera: todo será igual, pero él ya no estará allí.

-La segunda parte abarca desde los versos 7 al 10, y en estos versos el poeta transmite la idea de que el hombre no es eterno en este mundo y conforme la gente que le ama vaya muriendo, ésta será sustituida por otras personas desconocidas, e irán sucediéndose generaciones de individuos, y a medida que avanzan estas generaciones él irá cayendo más y más en el olvido. Por tanto “su espíritu errará nostáljico” sin rumbo fijo, en el huerto que representa el rincón familiar, el lugar donde pasó tan buenos momentos con aquellos que le querían.

-La tercera y última parte abarca desde el 11 hasta el final y es la conclusión, donde reforzará y “unirá” todo lo dicho anteriormente recopilando la idea clave: Cuando él muera lo perderá todo, pero la vida sigue y continua su fluir.

Se nos presenta la muerte como un acontecimiento sin ninguna trascendencia: La muerte es inevitable, y por el hecho de que muera una persona el mundo no va a parar. No obstante también hay algo positivo en todo ello: las viejas generaciones serán sustituidas por otras nuevas que poblarán el mismo mundo, pese a que eso conlleve ser olvidado. En cierto modo estas personas vienen a sustituir a las antiguas pero permiten hacer posible la perpetuación de la vida en La Tierra.

De ahí que Juan Ramón Jiménez quiera dar a entender que la muerte sea una continuación de la vida, y esté dentro de ella.

Este texto consigue transmitir sentimientos íntimos del poeta en un tono de melancolía al pensar que llegará el momento en que tenga que dejarlo todo. Su muerte no conmocionará al mundo, ya que todo seguirá igual, y conforme pase el tiempo y las nuevas generaciones su recuerdo irá consumiéndose cayendo en el olvido más absoluto.

YO NO VOLVERÉ

Yo no volveré. Y la noche
tibia, serena y callada,
dormirá el mundo, a los rayos
de su luna solitaria.
Mi cuerpo no estará allí,
y por la abierta ventana
entrará una brisa fresca,
preguntando por mi alma.
No sé si habrá quien me aguarde
de mi doble ausencia larga,
o quien bese mi recuerdo,
entre caricias y lágrimas.
Pero habrá estrellas y flores
y suspiros y esperanzas,
y amor en las avenidas,
a la sombra de las ramas.
Y sonará ese piano
como en esta noche plácida,
y no tendrá quien lo escuche
pensativo, en mi ventana.
                                                                                                
                                                                                                  "Arias tristes"

'Yo no volveré' es un delicado poema donde el intimismo de origen becqueriano se expresa a través del ritmo sencillo de la lírica popular. El poeta logra transportarnos a esa noche plácida en la que escucha pensativo su piano y reflexiona sobre lo efímero de su ser. Tristes reflexiones plasmadas verso a verso en las que el paisaje se funde con el yo poético, haciéndose partícipe, personificado, de sus emociones.

Estamos ante un romance que habla melancólicamente del final del yo poético y en el que la existencia efímera del poeta se contrapone con elementos perdurables: las brisa, las estrellas, las flores, el piano.

     MOGUER

Moguer. Madre y hermanos.
El nido limpio y cálido…
¡Qué sol y qué descanso
de cementerio blanqueado!
Un momento, el amor se hace lejano.
No existe el mar; el campo
de viñas, rojo y llano,
es el mundo, que el mar adorna sólo, claro
y tenue, como un resplandor vano.
¡Aquí estoy bien clavado!
¡Aquí morir es sano!
¡Este es el fin ansiado
que huía en el ocaso!
Moguer. ¡Despertar santo!
Moguer. Madre y hermanos.

                                                                             "Diario de un poeta recién casado"


PLATERO Y YO










INTELIJENCIA

¡Intelijencia, dame
el nombre exacto de las cosas!
… Que mi palabra sea
la cosa misma,
creada por mi alma nuevamente.
Que por mí vayan todos
los que no las conocen, a las cosas;
que por mí vayan todos
los que ya las olvidan, a las cosas;
que por mí vayan todos
los mismos que las aman, a las cosas…
¡Inteligencia, dame
el nombre exacto, y tuyo,
y suyo, y mío, de las cosas!

                                          Juan Ramón Jiménez, "Eternidades"


El tema de este poema es el deseo del conocimiento comunicable a través de la poesía. El yo literario desea llegar al conocimiento mediante la poesía, poder fijarlo en ella para así hacerlo inteligible y compartirlo.
El yo literario se exige a sí mismo, exige a su inteligencia, que es parte de la Iteligencia o Absoluto o Espíritu Universal, que le permita plasmar en su poesía una parte de ese espíritu (o Intelijencia), de manera que sea comunicable a los demás. El poema toma la forma de una invocación a la inteligencia, casi de una oración para convocar a ese poder que le permite actuar de médium para comunicar en sus poemas la auténtica realidad a los demás.

El poeta tiene un papel especial en el mundo, porque es un individuo dotado de una especial sensibilidad que le permite ponerse en contacto con ese espíritu universal. 



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